VERI*FACTU Y LOS ESTUDIOS DE TATUAJE

VERI*FACTU Y LOS ESTUDIOS DE TATUAJE: LA VERDAD QUE MUCHAS GESTORÍAS NO TE QUIEREN CONTAR

En los últimos meses, miles de tatuadores de toda España han empezado a escuchar una palabra que, como mínimo, genera dudas y, como máximo, provoca dolor de cabeza: Veri*Factu. Una normativa que afecta directamente al modo en que los autónomos y empresas registran y justifican sus ingresos.

Y, mientras algunos estudios intentan ponerse al día, muchas gestorías siguen repitiendo el mismo discurso de siempre: “No hace falta que te adaptes porque tus clientes no piden factura”. Una frase que suena bien, pero que es falsa, incompleta y peligrosa.

¿Qué es realmente Veri*Factu?

Veri*Factu es un sistema contemplado dentro del Reglamento de Requisitos de los Sistemas Informáticos de Facturación (RRSIF), aprobado para luchar contra el fraude y garantizar que todo autónomo o empresa tenga un sistema que registre sus ingresos de manera fiable, trazable y sin posibilidad de manipulación.

En pocas palabras: si usas un software para gestionar clientes o emitir facturas, ese software debe cumplir estas normas. No es opcional. No importa que factures poco o mucho. No importa que casi nadie te pida factura. La ley está pensada para que los ingresos estén correctamente registrados.

La ley contempla dos modalidades:

• SIF estándar: El software cumple el reglamento, pero no envía las facturas automáticamente a Hacienda.
• Veri*Factu: El software cumple el reglamento y envía automáticamente las facturas a la Agencia Tributaria.

En ambos casos, el software debe estar adaptado. Tus clientes no piden factura, pero la ley sí te la exige.

¿Cuándo entrará en vigor Veri*Factu?

La implementación será progresiva y las fechas clave son las siguientes:

• 1 de enero de 2026: Será obligatorio para las sociedades y personas jurídicas tener sus sistemas de facturación certificados.
• 1 de julio de 2026: La obligatoriedad se extenderá a los autónomos y al resto de contribuyentes que deban expedir facturas.

Pero te recomendamos tenerlo implantado YA… Cuando llegue la fecha, las gestorías estarán saturadas y cualquier fallo en la adaptación puede dejarte sin poder emitir una sola factura durante días… o con sanciones si emites con un sistema no válido. Por eso, lo inteligente es adaptarse ya, con calma, antes de que llegue la avalancha y Hacienda empiece a mirar con lupa.

“Si mis clientes no piden factura, ¿entonces no tengo que adaptarme?” – NO. Esto es el mayor mito del sector.

Los tatuadores trabajan en un sector donde el 99,9% de los clientes no pide factura. Pero eso no significa que puedas ignorar la normativa. La ley obliga a que, aunque nadie te la pida, tú tengas un sistema preparado para emitirla en cualquier momento y que tus ingresos estén correctamente registrados.

De hecho, basta con que un solo cliente –solo uno– te la pida para que tengas que emitirla de forma legal, trazable y con un software adaptado. Y si no puedes hacerlo porque tu gestoría te dijo que “no hacía falta”, el problema es tuyo, no suyo.

La dura realidad: ¿Cómo justifican entonces las gestorías tus ingresos?

Aquí viene la parte que nadie te explica (o que nadie quiere explicar):

Si no emites facturas, tu gestoría está declarando tus ingresos trimestrales basándose únicamente en lo que tú le dices. Algo así como:

“He ganado X dinero y he tenido Y gastos.”

¿El problema? Que todo ingreso debe ser justificable con una factura o documento válido. Si facturas cero y declaras ingresos, estás creando un agujero fiscal potencial que puede volverse en tu contra.

Y aquí es donde muchas gestorías hacen malabares contables para que “cuadre”. Pero la ley es clara: todo ingreso debe poder demostrarse.

Esto significa que:

• Si no emites facturas, la gestoría no puede justificar tus ingresos correctamente.
• Si Hacienda detecta incoherencias, la responsabilidad es del autónomo (tú), no de la gestoría.
• Si un inspector pide trazabilidad de ingresos y no tienes un sistema SIF… el problema vuelve a ser tuyo.

Las gestorías pueden equivocarse, pueden “interpretar”, pueden minimizar riesgos… pero quien paga las consecuencias ante Hacienda eres siempre tú.

La frase que más daño hace: “Mientras no pidas factura, no pasa nada”

Esta frase es peligrosa porque crea una falsa sensación de seguridad. Es como decir:

“Mientras no te pillen, estás bien.”

Pero la ley no funciona así. Necesitas:

• Un software adaptado al RRSIF.
• Un sistema que registre tus ingresos de forma trazable.
• Emitir factura si un cliente la pide, en cualquier momento.
• Tener un registro robusto para tu gestoría.

La excusa de que “nadie pide factura” deja de servir en cuanto Hacienda te pida revisar tus ingresos o en cuanto un cliente necesite justificante para un seguro, indemnización, empresa o cualquier situación personal.

Entonces, ¿qué debe hacer un tatuador para cumplir la ley?

Es simple:

1. Usar un software de gestión o facturación que cumpla el RRSIF (como TattooNet).
2. Emitir facturas aunque sea de forma puntual (y tener el sistema preparado para ello).
3. Registrar correctamente ingresos y gastos.
4. No confiar ciegamente en lo que diga una gestoría desactualizada.

El objetivo no es enviar todo a Hacienda. El objetivo es tener un sistema fiable, legal y preparado.

Conclusión: No te la juegues por culpa de una gestoría anticuada

Muchas gestorías trabajan todavía como si viviéramos en 1998. Pero Hacienda ya no funciona así. El RRSIF y Veri*Factu no son inventos “opcionales”: son el camino obligatorio para todos los autónomos que usen software de gestión.

Si una gestoría te dice que no debes adaptarte porque “nadie te pide factura”, están hablando desde la comodidad de quien no tendrá que asumir ninguna sanción. Quien se la juega eres tú.

Por eso, si quieres proteger tu negocio y dormir tranquilo, la decisión es clara: adáptate al sistema, usa software legal y exige a tu gestoría que trabaje como debe trabajar.

La ignorancia no te exime de responsabilidad. Pero la información sí te protege.