¿Se ha pinchado de verdad la burbuja del tattoo?
Este artículo nace a raíz del impactante titular que ves aquí, que apareció en La Vanguardia hace apenas unos días…
1. Sí, antes los estudios venían a ti. Ahora tienes que currártelo.
Hace 15-20 años, Cool Tattoo SL estábamos en una fase de auge. Los estudios legales que querían anunciarse nos escribían ellos solos. Sin buscarlos. Sin insistirles. Era fácil.
Ahora, seguimos teniendo clientes que nos contactan, pero también tenemos que movernos mucho más. Hay más competencia, más ruido, más canales… ¡y más necesidad de saber venderse!
¿Eso es malo? No. Es simplemente la vida de cualquier sector profesional maduro.
2. ¿Entonces el tattoo está en crisis? ¡Para nada!
En España, aproximadamente el 40% de la población ya está tatuada. Hace 20 años, ni de broma soñábamos con estas cifras.
Según Statista, el mercado global del tatuaje ya superaba los 1.400 millones de dólares en 2021… y sigue creciendo.
Solo que ahora el crecimiento no es tan salvaje ni tan descontrolado como hace años. Lo cual, sinceramente, es hasta saludable.
3. El problema es que en España todo va a su bola…
No tenemos una normativa común en todo el país.
- En unas Comunidades Autónomas exigen un título, en otras otro, y en algunas parece que la normativa cabe en un post-it.
- Algunas tintas legales en Europa no están autorizadas aquí.
- ¿Y los registros sanitarios? Mejor no entrar…
Esto genera una sensación de descoordinación total, y a la vez permite que muchos “espabilados” se aprovechen del caos para tatuar en casa y saltarse todas las normas. Mientras los estudios legales sí cumplen… ¡y lo pagan caro!
4. Faltan asociaciones fuertes… y unión real
Tenemos algunas entidades como UNTAP, que hacen una gran labor. Pero la realidad es que no hay suficiente volumen de estudios ni artistas remando en la misma dirección.
Y sin unión, sin músculo colectivo, es muy difícil cambiar las cosas.
Mientras tanto, cada uno va improvisando sus propias normas, sus propios precios… y la competencia desleal se dispara.
5. El tatuaje NO es una especie aparte
Esto escuece, pero hay que decirlo: algunos tatuadores se creen una especie profesional diferente. Como si el tattoo fuese un universo paralelo que no obedece las mismas reglas que el resto.
Pero, amigos…
- ¿La pandemia obligó a muchos sectores a reinventarse?
- ¿La digitalización ha cambiado la forma de trabajar de todos?
- ¿La competencia se ha multiplicado en todos los gremios?
¡Pues claro! Entonces, ¿por qué algunos tatuadores creen que no tienen que hacer marketing, cuidar la atención al cliente o llevar sus cuentas al día?
El tatuaje es arte, sí. Pero también es negocio. Y como cualquier otro negocio, hay que gestionarlo, adaptarlo y hacerlo crecer.
6. ¿Dónde está la “clase media” del tattoo?
Antes, veías:
- Estudios a los que les iba de lujo.
- Otros que sobrevivían dignamente.
- Y algunos que no levantaban cabeza.
Ahora, esa clase media parece que ha desaparecido.
¿Es culpa de la crisis? ¿De la falta de adaptación? ¿De que el cliente busca solo lo barato o lo viral?
Sea como sea, lo que está claro es que cierran estudios… pero también abren muchos otros.
Eso sí: donde antes había 4-8 tatuadores, ahora suelen quedar 1-2 trabajando. ¿Casualidad? No. Es adaptación.
7. Conclusión: el vaso puede estar medio vacío… o medio lleno.
Desde Cool Tattoo SL lo tenemos claro:
- Hemos pasado etapas dulces y otras más amargas.
- Hemos vivido la pandemia pensando que era el fin… y salimos reforzados.
- Hemos cambiado, evolucionado y nos hemos adaptado.
Y ahora, sinceramente… ¡estamos encantados!
Porque esto no va de lamentarse. Va de entender que el tatuaje es una profesión preciosa, pero también una empresa, un negocio, una marca.
Y que si queremos sobrevivir —y vivir bien—, hay que:
- Trabajar bien y mucho (España machaca a los autónomos).
- Venderse mejor.
- Gestionar como profesionales.
- Y dejar de pensar que estamos en un oasis fuera del mundo.
¿Quieres ver el artículo original que ha inspirado este post?
Te dejamos el enlace directo:
👉 Artículo completo en La Vanguardia
Moraleja (opinión personal)
¿Es posible hacerse rico como tatuador/a profesional? Sí.
¿Hay que trabajar el triple para conseguir mismos resultados que hace 20 años? También.
¿De quién o qué es la culpa? Esto es un artículo de opinión. No un reportaje de investigación. ¡Deja tus comentarios abajo! 😉
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